miércoles, 23 de noviembre de 2011

El tren

   Siempre me apasionó la figura de un tren. Cuando llegaba a la estación, cuando se detenía y exhalaba agotado… cuando partía sin prisa: sabedor de su puntualidad. Verlo pasar a toda velocidad, o llegar tarde y  observarlo a lo lejos; ya sin remedio.
   Este artefacto (de lo) humano, se presenta a veces en la vida real o en la onírica. ¿Tenemos miedo a afrontar la imagen y su significado?
   Lejos de  cábalas y esotérica interpretación, este mastodóntico ingenio, se aparece de vez en cuanto por nuestra vida.
   Ver un tren en sueños, puede significar un viaje. Si este tren se desplaza seguro, llevarás a cabo tus planes y tus expectativas se verán cumplidas.
   La red de ferrocarriles puede representar una imagen simbólica del ritmo impersonal e inflexible del destino. Esto parece contar igualmente.
   Perderlo, puede significar el retardo en nuestra evolución por culpa de nuestras fijaciones o complejos.
   En cambio, parece ser que si contemplas simplemente el tren pasar, sin intención alguna de cogerlo, te has convertido en un mero espectador de tu vida y no encuentras (o no deseas)  la fuerza necesaria para dar el gran salto.


         
   ¿Qué tren, qué paisaje te motiva más?




   Se puede probar a ver los vídeos, todos a la vez, comenzando de abajo hacia arriba, partiendo desde la derecha... o aleatoriamete; como el caos que nos envuelve.

    

  

martes, 15 de noviembre de 2011

Tiempo de reflexión



   Hace más de siete años, concretamente, en marzo de 2004, me hice un "Ser o no Ser". Tenía frente a mí a un público imaginario, y en cambio creí escuchar los aplausos al finalizar mi actuación. Recuerdo entonces, haber salido muchas veces a saludar a ese público, que pese a no ver, oía aplaudiendo gustoso. Se me hizo tarde por entonces y quería irme a la cama: quería reflexionar sobre ello. Cuando terminó por fin mi experiencia sinestésica, marché a consultar al colchón; la almohada, duerme debajo de mí.

   Como si de una premonición se tratase por entonces, recuerdo ahora aquella "microfunción" y me pregunto si no estamos ya, cerca de comprobar si se cumple o no, la profecía...


    El vídeo, fue editado en 2011, pero estaba esperando en el congelador desde 2004. Ahora se hace más necesario que nunca, recordar aquello de "A veces, la realidad supera a la ficción".

lunes, 7 de noviembre de 2011

Imaginaos

Imaginaos a ese hombre vestido de verde, con sus botas llenas de barro, y la sangre que ensucia su ropa de abrigo. Pegado a una gran escopeta de caza: él por delante y ella detrás; en su mano derecha, porta un gran ramillete de piezas inertes con su piel aún caliente. Yo, lo padezco casi domingo tras domingo cual secuencia de "La escopeta nacional" , del gran Berlanga: fotogramas que escaparon del film, para ocupar su espacio en la realidad...
Imaginaos el lugar donde vivís, donde vuestros hijos acudan al colegio cada mañana, ataviados con el uniforme reglamentario; Catecismo en mano, y saludando en pie mientras el maestro da los buenos días  al tiempo que se persigna, e invita a los alumnos a entonar un Ave María... o el soniquete del Padrenuestro.
Imaginaos en el mismo lugar  donde ahora habitáis, sin saber si la niebla cubrirá todo, o por el contrario brillará el sol: como si de alguien dependiese... Imaginaos entonces, al populacho sacando en procesión a los Santos para que obren el milagro de la lluvia, el campo engendrando el trigo, y la buena cosecha por haber sido tan buenos últimamente: "Una palabra tuya, bastará para la semana".
Imaginaos puestos ya, a la factura mensual por acudir al Doctor... por la visita a un Hospital, provistos de la tarjeta sanitaria, y la de crédito o VISA.
Imaginaos, visitar el Museo Provincial (si aún estuviese en pie) donde las obras de arte que fueron fulminadas o "evaporadas", para colgar carteles publicitarios... convertido en una cancha de fútbol. Las obras que aún quedan colgadas en la pared, las colocadas en las peanas y sus vitrinas (obras sublimes de autores "comprometidos" con el Régimen), han escapado al ojo censor por su altura intelectual...  las que olían a libertad, las que fueron bañadas con sangre, aquellas del color del Apocalipsis, fueron "guardadas" o eliminadas: todo ello, merece pasar por ventanilla.
Imaginaos al Pastor proclamando desde su tribuna, que así quiere Dios las cosas: "Dios Omnipotente y Misericordioso, aparta de nosotros todos los males...".
Imaginaos que nos llega una Gran Crisis... mejor, imaginaos que esa crisis no tiene horizonte, porque toda ella es "horizonte": Esta Crisis, simplemente no tiene solución.
Imaginaos, que tiene solución. Entonces ¿haremos algo?
Imaginaos, que aquello que observáis os gusta: ¿existe algún problema en acariciar todo ello? ¿Que se hagan realidad tus deseos, tus visiones, tus anhelos? ¿Qué problema hay?
Imaginaos en cambio, que no os gusta nada de lo que veis; nada de ello os parece posible o simplemente, no lo deseáis... ¿existe igualmente algún problema? Si lo hay, ¿podemos hacer algo? Si podemos hacer algo... ¿nos vamos a quedar inmóviles observando la ola producida por este Tsunami "programado"?



Imaginaos por último, un Gran Circo. Un Enorme Circo donde todos los espectadores, somos partícipes del espectáculo sin saberlo...