jueves, 18 de noviembre de 2010

Wolferl Humano

   Se ha escrito mucho sobre Mozart; la mayoría de las veces de forma favorable y en algunas otras, se ha dicho que estaba sobrevalorado. Ésto último no  lo he leído, pero sí lo escuché en varias ocasiones y por gente muy respetable... e incluso por profesionales de la música. No hice entonces un juicio de valor sobre ello, al tratarse de personas bien formadas y expertas al efectuar sus comentarios sobre la figura del genio de Salzburgo. Pero  a mi modo de ver, eran infantiles éstas premisas y poco convincentes pues soy de la opinión que buscar el "mejor" en  música, pintura, literatura...es una gran pérdida de tiempo.
    El Wolferl  humano, el que observó la misma luna que tú observas ahora, creo que no está valorado en su justa medida como "persona".

   (...) Mozart estaba totalmente abandonado a la compañía de personas de escasa importancia de quienes hoy hemos perdido todo rastro y que sólo encontramos en siniestras alusiones de algunos testigos que le sobrevivieron. Le gustaba además comer con otros, pero no sabemos quién lo seguiría invitando de buen grado en los últimos meses, o a casa de quién se autoinvitaría él, pues solo ya no quería estar en absoluto.  Necesitaba a los demás, aunque los demás, ya no necesitaran de él.
   Pero hagámonos una pregunta: ¿nos habríamos encontrado bien nosotros en su compañía? Su extrema y a menudo francamente desconcertante desinhibición, ¿nos habría hecho sentirnos cómodos o incómodos? Quién sabe; tal vez habríamos dicho de él: "Seguramente será un genio, pero es un individuo insoportable". ¿Tal vez lo habríamos evitado, no lo habríamos invitado a comer, lo habríamos ignorado? Tenemos en la punta de la lengua la respuesta que nos disculpa, pero podemos ahorrárnosla: en efecto, tal como Mozart nos elude, así nosotros lo eludimos a él, tomando cuanto se nos da y por lo demás abandonándolo a su destino, documentado y convertido en historia. De hecho, en su tragedia reconocemos un componente esencial de nuestra admiración.
   Su "muerte precoz" se considera en general el punto culminante de esta tragedia, meta hacia la cual, según la perspectiva hasta ahora habitual, su vida habría tendido inexorablemente. 

                                                                                 Wolfgang Hildesheimer, pags. 242 y 243
                                                                                    Mozart


   Aquí el autor nos muestra la cara más triste del genio de Salzburgo (y real) cuando estaba próxima su muerte. Había empeorado su salud, y con ello aumentaba el mal humor;  era irritable hasta el punto de que Constanza, le habría abandonado a " esas malas compañías" ya que no le apetecía estar con él. Hildesheimer define cómo su círculo de amistades, parecería no encontrarse a gusto con su presencia. ¿No sucedería igual hoy día...? Sucede más de lo que podamos creer; sobre todo con los "genios" o personas "especiales". Sólo hay que echar una mirada en nuestro derredor para comprobarlo. ¿Es por ello que está sobrevalorado? Sinceramente creo que no. ¿Fue entonces el mejor?

   Si buscamos las comparaciones, siempre tendremos a caer en errores mayúsculos a situar en lo más alto a uno u otro porque, por muchos argumentos que se utilicen, siempre se cae en lo subjetivo cuando con ello, lo que pretendemos es ser objetivos. Si me baso en mis preferencias, sólo podría añadir que: ¿me gusta más la música de Mozart por le simple hecho de haberme leído algunas de sus biografías, escuchado su música con un oido ya preparado y porque me cae simpático...? ¿Y si hubiese caído en mis manos un libro sobre la vida de Beethoven, o Bach...? ¿Y si hubiese escuchado la música de alguno de ellos, antes que la de Mozart? Creo sinceramente, que no hubiese cambiado mi parecer por una sencilla razón: eso no sucedió!...¿Nos damos cuenta entonces de la importancia de lo que "cae" en nuestras manos? Ese es otro de los grandes secretos del acontecer de las cosas; lo que sucede, sucede y no podemos cambiar nada., No podemos decir aquello de ¿qué hubiera pasado si...? Es por ello que me conformo con los acontecimientos, aunque no estoy diciendo que lo vea todo venir...estoy diciendo, que por mucho que nos empeñemos en que algo suceda, esto sucederá porque tenga que suceder...lógicamente, nosotros intervenimos de forma consciente y también inconsciente. Un ejemplo clarificador: si estamos en una bolera practicando el juego de derribar los bolos, cuando lanzamos la gran bola por el pasillo y acertamos el derribo de sólo  dos bolos, no es mayor problema pues volvemos a reiniciar el juego, y de nuevo intentamos abatir todas figuras del fondo del pasillo, hasta quedar satisfechos habiendo hecho el pleno...aquí, no hay prisa, decidimos nosotros; en cambio en un acontecer como un encuentro inesperado con alguien, un incidente o algo mayor y más grave, un accidente...ahí, no podemos volver a coger la gran bola, una y otra vez, y lanzarla de nuevo hasta hacer el pleno. Interviene el instante que no es otro que el presente. Otra cosa bien distinta, es como podamos salir airosos de uno u otro eventos.

   Lo que trato de explicar, es que Mozart, no es el mejor porque a mí me lo parezca, es el que me gusta...así de simple; Dalí no es el mejor por la misma razón, es el que me gusta. El café no es lo mejor, yo no soy mejor por tratar de explicar ésto, ni peor por equivocarme; sólo es una expresión meditada. Y creo que lo que me pasa, lo que me acontece, no sucede por casualidad...creo que yo dirijo mi destino como cada cuál, dirige el suyo con su consentimiento y aprobación o sin percatarse de ello; mas no podemos cambiar lo "acontecido" una vez que esto se ha producido...sólo podemos actuar en el momento y puede que esté en nuestras manos hacer algo al respecto, mas al tiempo que todo ocurre, va persistiendo ese presente y no podemos mirar atrás  para "enmendar"...igual debe de ser así; ¿y si eres consciente de ello? ¿No será una muestra más de que tus decisiones son irrevocables y por ello ocurrirá lo que tenga que ocurrir?...difícil expresarlo con palabras.
   ¿Mozart se buscó, se mereció su fin, por la vida que llevó? ¿Compuso como lo hizo por llevar ese tipo de vida? ¿Habría sido diferente si hubiese vivido más años? ¿Si hubiese nacido en otro lugar, otra época? De nuevo la respuesta es sencilla: ocurrió como ocurrió, el resto sobra.



    Un ejemplo de melodía lánguida, cristalina y vaporosa donde se refleja el estado de tristeza (tal vez) de Wolferl...

12 comentarios:

  1. Muy buena tu reflexión, más bien reflexiones encadenadas. Es curioso el proceso que nos mueve a admirar a alguien o algo, la cadena de experiencias, aptitudes y casualidades que conforman nuestros gustos tan diferentes de los del resto. En ocasiones te sorprende que a alguien de quién tienes un buen concepto le guste un estilo de música, de cine, que a ti te parece abominable o al contrario.

    Por otro lado, es triste pensar que un genio, que ha sido capaz de crear una obra sublime para regalarla a la humanidad, pueda sentirse no valorado, que su talento no tenga siquiera la recompensa del reconocimiento. Aunque sinceramente pienso que lo que entendemos como genios tienen la suficiente inteligencia y lucidez para comprender la trascendencia de su creación y de alguna manera saben que el reconocimiento es una cuestión de tiempo.

    Gracias por poner tu granito de arena en pro a ese re-conocimiento. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Ana, creo que el genio, conoce muy bien su estado frente a una sociedad mayoritariamente dentro de los parámetros normales. Él tuvo que sentirse desplazado por incomprendido y añadiendo además, la época donde el músico era simplemente un siervo del poder y por extensión, de la Iglesia con sus cardenales y obispos a la cabeza. Pese a que Mozart era creyente, para nada creía en la jerarquía eclesiástica y lo dejó bastante claro en sus cartas (que se conservan en el museo de su casa natal, en Salzburgo) y siempre se reveló contra ello. Su padre, bastante más fiel a esa iglesia alienante, siempre se lo recriminó y hubo una lucha constante entre ellos dos, de por vida.
    Estoy convencido que Mozart, sabía que moriría joven y reaccionó como la maquinaria que trabaja al doble de revoluciones, produce más, pero se agota antes...creo que en "Amadeus" de Milos Forman, se refleja perfectamente a un Mozart agotado, componiendo el Requiem (una obra maestra más, y que debería ser de audición obligatoria) se veía en sus últimos días y al dejarlo inconcluso, se llevó la otra mitad con él...creo que estaría pensando que era su propia misa de funeral. Se diría así mismo: vienen a por mí, pero no les haré el favor de concluir este mi Requiem, no saben apreciar mi música y no son merecedores de ello..." Quién sabe!
    Gracias por tu comentario. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Reconozco que no sabía muy bien como comentar tu entrada porque se me venían algunas cosas a la vez. Una de ellas es la distancia que se va haciendo entre el mito y la persona, entre el artistas y el hombre, y todo eso junto interactuando con la sociedad del momento. Tal vez las personas como personas no cambiamos tanto a pesar de los siglos, porque fijate en Shakespeare en la época que vivió y supo retratar la naturaleza humana de forma que hasta el día de hoy sigue patente. La sociedad es la que va cambiando. Por tanto tal vez tendriamos la misma opinión de él como persona que la tuvieron sus congeneres. Nunca se sabrá.
    Pero lo que si ha trascendido a lo humano es su música, esa es inmortal.
    Los músicos deben ser personas especiales, porque contar los sentimientos con música es algo que supera mi compresión. Y te voy a contar una anécdota. Una mañana me crucé con un músico que compone, y le vi caminando y escribiendo música en un cuaderno.Le saludé y le pregunté cómo podía escribir música mientras caminaba. Y me contestó que acababa de hablar con un amigo y que la conversación le había inspirado música y por eso la escribía para no olvidarla, y que por eso llevaba siempre en su caperta su libreta para escribirla.
    Utopazzo, expones diferentes puntos de vista, desde como es la persona de Mozart, el artista, su vida y la música en sí misma. Todos con muchos matices.

    Lo que si te puedo decir es que cuando estaba embarazada de mi hija me gustaba escuchar a Mozart, y después cuando ella estaba pequeña compartía la música con ella.

    Un abrazo, artista.

    ResponderEliminar
  4. Encarni, creo que el "artista" es consciente de la distancia de la que hablas, entre el mito y la persona...creo que no hay que mitificar a nadie (lo aprendí de un buen amigo y después de reflexionarlo, he llegado a esa conclusión) pero no es menos cierto que tal vez reconozcamos algo diferente entre un buen artista, un genio literario o compositor (como es el caso) y para ello nos ayudamos de la inteligencia. Somos conscientes del talento ajeno y hay muchísismas cosas que se nos escapan, y es por ello que no sabríamos decir por qué vemos "algo" en un caso, y "nada" en muchos otros...ya lo decía Hildesheimer: "de hecho, en su tragedia reconocemos un componente esencial de nuestra admiración"
    Aunque parezca mentira, puede estar ligado el éxito o la grandeza unidos a lo trágico o "anormal", en la vida de alguien. Mozart era bastante inteligente y sabía tal vez de su destino, como igualmente lo creo de los grandes genios que como él, tuvieron al menos un final poco común.
    El caso de tu amigo compositor, es bastante corriente, en el sentido de que los artistas, tienen sus manías y rarezas...conozco muchos casos parecidos. Gracias Encarni por tu comentario
    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Pues sí que es triste esta música, Utopazzo. Pero sin duda de una gran belleza. Mozart ha sido sin duda un genio. Como bien dices, tratar de hacer un ranking sobre quién fue el mejor, no tiene ningún sentido. Aciertas plenamente cuando destacas que es una mera cuestión de gustos. Incluso la opinión de los expertos?? , es una opinión, subjetividad. Y por supuesto, hay que desligar al artista del hombre. Confundir ambas cosas es un error.
    Por cierto, Utopazzo, compartimos gustos por Dalí. La atmósfera irreal,onírica de sus cuadros me ha fascinado siempre.

    ResponderEliminar
  6. Imagino lo difícil que debe ser para alguien sentirse y saberse diferente a la mayoría de la gente que le rodea. Imagino también que ante ésta situación al genio no le queda más opción que desarrollar su don en soledad aún quizás sacrificando otras facetas de su vida, igualmente importantes y humanas... El llegar a adquirir conciencia -aunque quizás momentáneamente o en ráfagas, según en qué momentos- del precio que hay que pagar, debe ser sumamente doloroso, de tal forma que ese sufrimiento imprime al carácter unas peculiaridades que alejan aún más -si cabe- al genio del resto del mundo... Y esto sucede en cualquier arte y en todas las épocas históricas. Imagino, por último, que el llegar a vislumbrar o al menos a intuir que quizás en un futuro o en otros lugares se valore como lo merece esa creación, supone para el creador una especie de "venganza" contra ese pequeño e ignorante mundo que le rechaza o le utiliza...
    Gracias por transmitirnos a la menor ocasión tu amor por la música, en general, y tu admiración por Mozart. Por cierto, a mí no me parece triste esta pieza que has elegido para complementar tu entrada; más bien me sugiere ternura, despertar y vida... pero claro, ya sabes, mi oído musical deja mucho que desear...

    Un abrazo... nada triste

    ResponderEliminar
  7. Gilgamesh, gracias por tu breve comentario...es fácil adivinar que tratando con gente inteligente, cualquier tema de Mozart, llegue a gustar. Gracias por estar de acuerdo en lo referente al "ranking"...ciertamente, en esto de la música o la pintura, literatura y un largo etc. No debería hacerse por mayúsculos motivos. Por eso, me encanta hacer referencia a Mozart, de la forma que lo hago; es sencillo imaginar el gusto, la atracción por éste u otro genio sin caer en demagogia...así me hago la vida más llevadera y disfruto plenamente con ello, sin entrar en disputas. Además ¿qué es un experto? ¿Quién es el experto? ¿Para qué sirve?...utilizando el intelecto, se aprende constantemente, sobre todo a respetar.
    Tengo un amigo que es un "enamorado" de Beethoven y siempre me pone ejemplos de por qué la música de éste, es más elaborada que la de Mozart...por qué esto, y por qué lo otro; así un largo etc. Pero mi parecer no cambia por muchos motivos (sería muy largo de contar) y pese a que me encanta Beethoven, no sitúo a uno por encima o debajo del otro. Si comparásemos las obras de cada uno, hay diferencias de todo tipo (entre otras, las de la época clásica, de uno, y la época pre.romántica del otro) y el legado de uno y otro...pero ¿Qué pasa con Bach? ¿No fue quién "inspiró" (entre otros) a Mozart? ¿No fue acaso Beethoven alumno de Mozart? ¿No puso las bases polifónicas Moteverdi, antes que Bach? Sólo con la historia, se entiende el desarrollo musical...otra cosa bien distinta, es que sin ser un "experto", sepas diferenciar a los grandes maestros, de los muchos compositores que habiendo contribuido con su música, no tiene el talento que éstos de los que hablamos.
    El tema de Dalí, es apasionante y dará para una entrada (y todo ello, sin ser "experto" en nada). También he tenido la oportunidad de contemplar la obra de Dalí, y es otra "cosa" que se nos escapa: simplemente, un genio entre los genios (sin querer mitificar).
    Gracias por pasar por el blog.

    ResponderEliminar
  8. Ángeles, de nuevo comienzo por el final...no es que esta pieza sea triste (ya dije que tal vez se representa una cierta tristeza en el estado de Mozart) pero la música en general, no debe ser canalizada como algo sistemático, donde el autor, exprese a su manera, aquello que quiere transmitir. Leí de Hildesheimer que Mozart, nunca trasladaba su estado anímico al pentagrama. Era dicharachero, cómico, juguetón, festivo y todo un largo etc. Ciertamente, tuvo que vérselas con su padre (muy recto y amante de las buenas formas y de la iglesia que le daba también trabajo) Mozart, reflejaba más bien su tristeza en sus cartas dirigidas a un mundo contemplativo y ajeno a su genial visión a través de la música, y que no fue reconocida (como pasa con casi todos los genios) hasta bastante tiempo después de su muerte. Sólo reconocían el talento, cuando hacía composiciones para el pueblo (música que era más alegre, amena y donde ese pueblo, creía entender...) y aquí, viajando a nuestro presente, te diría que era un poco como Berlanga (nuestro genio del cine español, fallecido recientemente) que ofrecía una película crítica en forma de comedia, para "filtrar" su denuncia al régimen, y pasar desapercibido a los censores (incultos y simples, incapaces de leer" entre líneas) y al pueblo llano; pero que llegaba entonces a ese pueblo que sí entendía su mensaje...Mozart lo hacía igualmente. Cuando escribía cosas sublimes, era menospreciado por no ser entendido "Conditio sine quan non" del genio por excelencia.
    Por otro lado decirte que lo que tú escuchas, es lo que sientes y no es que tu oido sea peor (tal vez) no está "entrenado" para este tipo de música...y por último, fue Manuel de Falla quien dijo que la música, jamás debía de hacerse para ser comprendida; sino para sentirla..." (más o menos, literalmente, no recuerdo).
    Un abrazo de un melómano.

    ResponderEliminar
  9. El arte, no olvidemos que es humano y como tal, se adapta o lo adaptamos a nuestro estado de cada momento. Una misma obra musical, como la que nos propones, puede transmitir sensaciones muy diversas según el contexto emocional e intelectual en el que nos encontremos inmersos; cada uno de nosotros realizará una interpretación única y particular, aunque sea compartida por millones de personas. No sé si estoy completamente de acuerdo con Falla, por supuesto que el arte nos hace sentir, pocas cosas lo superan, pero también nos hace pensar, me es imposible separar el sentimiento y la razón, alcanzamos el sentido a partir de la mágica combinación de ambos, adaptándose a cada circunstancia.

    ResponderEliminar
  10. Suscribo plenamente tu comentario, Ana. No añadiría ni quitaría una sola palabra. Gracias.

    ResponderEliminar
  11. ¿Seguro que el arte es humano? ¿No tendrá algo que va más allá?...bueno, yo estoy en total acuerdo con Falla: "Error funesto es decir que hay que comprender la música para gozar de ella. La música no se hace, ni debe jamás hacerse para que se comprenda, sino para que se sienta".
    Y otra frase que encontré (igualmente reveladora) de A. Buero Vallejo: "Cuando no me ve nadie, como ahora, gusto de imaginar a veces si no será la música la única respuesta posible para algunas preguntas"...genial y rotunda frase de otro genio de las letras. No estoy muy seguro de que el arte, esté completamente ligado al ser humano; tal vez, hay algún atisbo de separación que en los casos más notorios, lo hacen sublime, y por ello, más que humano.
    Gracias por contribuir con los comentarios, al descubrimiento de esas "carpetas" que duermen en el disco duro que guarda nuestro cráneo.

    ResponderEliminar
  12. Es que, Utopazzo, el ser humano es sublime...y lo opuesto a sublime también? me preguntarás.
    Sí,eso también.

    ResponderEliminar