viernes, 6 de abril de 2012

Lluvia de abril: 2112



     Siempre me ha fascinado la lluvia, con  esos edificios antiguos, exhalando el vaho por sus poros pétreos. Los días de tono grisáceo, con amenaza de lluvia. Esa lluvia, que por más que tuviese la tentación del deseo contrario, sería inevitable y nada podría hacer para negarla...
   
   Como tan manido está el dicho aquel de "Nunca llueve a gusto de todos", diré que ahora me toca en gusto. Contento bajo la lluvia, cual niño saltando sobre un charco... Ya llegarán días soleados, días calurosos en tardes desérticas, la chicharra macho, y su canto a la hembra: la saeta del estío, que nosotros identificamos con la llegada del abrasador verano... pero ese, es otro cantar.

   Ahora más que nunca, bienvenida sea la lluvia. Esta lluvia de abril de 2112, en la que el agua, cae del cielo como a jarros. Jarreando que decimos por aquí... y no estoy hablando de ventiscas, tornados, ciclones o granizo (que ya se sabe que a nadie gusta...), sino aquel aguacero tan esperado y deseado; tras un invierno tan típico, o atípico; según se quiera mirar... como en los últimos cien años.



  He visto lloriqueos con moqueros de bordada seda, gimoteos, abrazos desconsolados y lágrimas verdaderas, cuando al jarrear, se miraba al cielo  y se adivinaba la grandeza del mismo: la borrasca esperada por todos, la borrasca descargando por su naturaleza; el apretón del cielo... lástima que estemos bajo su inevitable alivio, ya que no siempre se puede elegir la hora, ni el día... ¡Gracias abril, pues me toca el momento, me toca en el gusto! 
   Mañana, tal vez lloremos porque no llueva...





18 comentarios:

  1. Bendita la lluvia, qué maravilla. Yo la disfruto mucho, y es el momento propicio para que caiga a cántaros. "Rains cats and dogs" que dicen los ingleses.
    Disfrutémosla

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo, Queti.
      Creo que se podría decir que entre esa lluvia y yo (creo que mucha gente más, incluida tú misma...), existe una "comunión" total cuando aparece... y me da igual el momento y lugar: sencillamente me encanta.
      Habrá algo de ancestral entre esta sensación y nuestro funcionamiento cerebral, cual chaman de una tribu amazónica perdida, buscando una solución a un problema dado.

      Disfrutémosla, y un abrazo.

      Eliminar
  2. Ostras! Ya estamos en 2112??? Pues me he perdido los últimos cien años... en qué estaría yo pensando...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya ves... cien años no son nada... y seguimos como en el 2012...

      ¡Hasta yo me he sorprendido...!
      Besos!

      Eliminar
  3. Bendita esa lluvia que se mezcla con las lágrimas de los hipócritas, que llueva, que llueva, la virgen de la cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan, los "curacos" lloran que lloran.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. ... y mientras el Obispo (¿?) de Parla (¿?), ofreciendo su mitin desde el púlpito contra homosexsuales, corupción y demás chorradas que sólo ellos entienden; como si todo esto fuese en el mismo saco, y olvidan a sus curas pederastas, y a sus políticos corruptos (por ejemplo algún que otro del PP...)... ¡Qué obsesión tiene esta gente con la sexualidad...! Con el dinero público del Estado, con el mismo que finanza a la iglesia (¡Esa Secta!)... utilizando el medio televisivo público, que igualmente mantenemos con nuestro impuestos... simple y llanamente, cinismo puro y si trato de ser un poco suave, esta gente tiene muy mala baba...

    Un cordial saludo, y que llueva siempre que el cielo tenga su apretón...

    ResponderEliminar
  5. Pero piensa, Utopazzo, que la causa de que haya llovido han podido ser los rezos y plegarias de los hombres y mujeres de fe, y mientras tanto, qué hacemos nosotros para que llueva ¿desearlo, apagar la luz en la hora del planeta...? Quizá haya sido la consecuencia de una suma de fuerzas o simplemente las leyes de la probabilidad al servicio de la meteorología. Es cierto que nunca llueve a gusto de todos, incluso a veces a gusto de nadie, fíjate en el pobre Rajoy; a él tampoco le gustan sus presupuestos.


    Besos (después de la lluvia).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te quepa duda que para mí, orar tiene tanta validez como cuando entro en la habitación de filosofar, y por poner un ejemplo, me dispongo cuidadosamente a cortarme las uñas de los pies... ni sé por qué crecen tanto, ni me planteo el por qué he de cortármelas: un ejercicio más de inevitable práctica zen (sin tener que ser consciente por ello...), que lo mismo miras al cielo, y te encuentras que tarde o temprano, ese agua empaquetada en forma de vapor, terminará por caer para regocijo de unos, y pesares de otros.

      El Sr. Rajoy no creo que tenga gusto por nada(creo que es de plástico y cartón piedra...), si acaso por aquello que pregonó tanto a los cuatro vientos ¡Viva el vino...!

      Besos, incluso con lluvia... ¡Me encanta...!

      Eliminar
  6. Me encanta esa ironía con que manejas ciertos temas, digamos ... delicados como la misma lluvia. Genial el video, pero la música es .... ¡sublime!! esos tambores de Burundi .... ¡resultaron más eficaces que los rezos! de dónde va a caer el agua si no es del mismísimo cielo, ese cielo ingrato y que de súplicas nada sabe.
    Mira por dónde esa alegría de los tambores, hasta mi vena poética ha despertado, que el mismo García Lorca la lluvia nos traiga:

    LLUVIA

    La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
    algo de soñolencia resignada y amable,
    una música humilde se despierta con ella
    que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

    Es un besar azul que recibe la Tierra,
    el mito primitivo que vuelve a realizarse.
    El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
    con una mansedumbre de atardecer constante.

    Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
    y nos unge de espíritu santo de los mares.
    La que derrama vida sobre las sementeras
    y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

    La nostalgia terrible de una vida perdida,
    el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
    o la ilusión inquieta de un mañana imposible
    con la inquietud cercana del color de la carne.

    El amor se despierta en el gris de su ritmo,
    nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
    pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
    al contemplar las gotas muertas en los cristales.

    Y son las gotas: ojos de infinito que miran
    al infinito blanco que les sirvió de madre.

    Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
    y le dejan divinas heridas de diamante.
    Son poetas del agua que han visto y que meditan
    lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

    ¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
    lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
    lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
    la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

    ¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
    almas de fuentes claras y humildes manantiales!
    Cuando sobre los campos desciendes lentamente
    las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

    El canto primitivo que dices al silencio
    y la historia sonora que cuentas al ramaje
    los comenta llorando mi corazón desierto
    en un negro y profundo pentagrama sin clave.

    Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
    tristeza resignada de cosa irrealizable,
    tengo en el horizonte un lucero encendido
    y el corazón me impide que corra a contemplarte.

    ¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
    y eres sobre el piano dulzura emocionante;
    das al alma las mismas nieblas y resonancias
    que pones en el alma dormida del paisaje!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Prometeo, Lorca y su visión cual poeta genial, es sencillamente sublime y casi diría yo, premonitoria: un genio que tal vez, se manejaba en varias dimensiones con arcoiris incluido... no como el momento que le tocó vivir (y morir), donde el blanco y negro, predominaba... ¡Sublime!

      Gracias por tu (nuevamente) comentario constructivo a cerca de mi entrada y/o el vídeo... comentarte que la música es de este grupo de Burundi; aunque en este caso no se oyen tambores (sólo vocal e instrumentos de cuerda); pero está atento, que próximamente editaré un vídeo, y aquí, sí sonarán esos tambores imponentes. Este grupo de Burundi, tuvimos la suerte Ana y yo, de vivirlo en directo hace ya bastantes años... me encantó el ritmo "cansino" de los mismos, y cual visionario, me hice del disco para utilizarlo como por ejemplo, ahora.

      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Era necesaria esa lluvia, hemos tenido un tiempo muy seco, como hace muchos años no teníamos, y aunque esa lluvia haya caído en Semana Santa y se haya suspendido las procesiones, lo cierto es que era necesaria, y ahora en esta semana también volvemos a tener lluvia.

    A mí no es que me guste la lluvia, me produce nostalgia, prefiero los días soleados que invitan a pasear, pero se que es necesaria como lo son también las lágrimas.

    Gracias por tu bellísimo comentario dejado en mi blog.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya ves Carla, si era necesaria... tanto como esas lágrimas de las que hablas, y que yo siempre aprovecho para que se mezclen con ese orvallo que tanto me agrada; y es que de otra manera, soy incapaz...

      Si la lluvia te produce nostalgia, piensa que también es bonito... ésta, no perdura siempre.

      "Nadie, ni siquiera la lluvia tiene manos tan pequeñas" Poema de E.E. Cummings,
      Echa un vistazo al vídeo http://youtu.be/ieoFkuu_aNM

      Gracias Carla por tu comentario... también el tuyo lo es...

      Eliminar
    2. Gracias por el vídeo, y por esa frase que me ha encantado.

      Gracias a ti por enriquecernos con tus textos haciéndonos reflexionar.

      Besos.

      Eliminar
    3. La aquiescencia humana, espera con los brazos abiertos a la sensibilidad... ésta, se encuentra en un cuarteto de Mozart, un Dalí o un poema de Neruda.

      Besos.

      Eliminar
  8. Alguna vez mientras observaba la lluvia me han entrado ganas de salir y calarme hasta los huesos solo por recordar lo que se siente, sin más... Es curioso como uno evita ese tipo de sensaciones por la axfisiante rutina del día a día.

    Dijo Bob Marley:

    Tú dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve.
    Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla.
    Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla.
    Por eso es que que tengo miedo cuando dices que me amas"


    En cualquier caso, debo reconocer que siempre me resulta algo regocijante que llueva para más inri en estas fechas, me pregunto por qué los beatos no se cuestionan si acaso su dios es contrario a tales muestras de fervor religoso. Aunque de seguro dirían que la lluvia es una prueba de fe, o alguna chorrada similar.


    Un saludo compañero, espero pasarme por aquí más a menudo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El Orvallo en abril, es como el final de la sinfonía nº 4 de Tchaikovsky: es cierto que te entran ganas de empaparte, mientras corres a ponerte a salvo, y donde el techo más próximo está a cientos de metros... si te pierdes esto por la rutina diaria, es como estar en la sala de espera en el dentista: miras por la ventana con verdadera envidia a esos niños jugando en el parque sin dolor alguno de muelas... prueba a escuchar a Tchaikovsky o ese orvallo primaveral...

      No conocía el tema de Marley, y me ha resultado del todo emocionante y de una arrebatadora sinceridad: la contradicción aparecen en el ser humano más a menudo de lo que desearíamos.

      En el tema de las oraciones de creyentes y beatos, falsos religiosos y personajes varios con corbata y chaqueta (también los que viajan bajo palio)que pregonan "su verdad" a los cuatro vientos, sería digno de un estudio por parte de la comunidad científica, si les dejaran...

      Un cordial saludo utopazziano, y nos vemos en tu blog también.

      Eliminar
  9. Hola Utopazzo, en Abril Lluvias mil, aqui no llueve sino a saltos, saco el paraguas y lo pierdo porque vuelve el Sol, sé que es necesaria la lluvia y ahora el cielo tiene motivos para llorar, está todo tan gris....la vida...de luces y sombras.
    http://youtu.be/4wKB2G6DQYcn
    Un beso desde Las Islas Canarias, mi Isla Gran Canaria

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carla, en Jaén siempre existe el micro-clima donde hasta el meteorólogo más premiado por sus aciertos, falla con contundencia y resignación...

      Recuerdo en mis años de chaval de secundaria, cuando descubría a mi amigo Jesús y su negro paraguas... éste, siempre aparecía con él, y no lo abría jamás: no llovía. Descubrí (para regocijo de amigos), que el tal Jesús, era una especie de barómetro sin saberlo él: cuando lo veía aparecer con su paraguas, decía a mis amigos: "Hoy no lloverá..." y claro está que acertaba; cuando éste aparecía sin su negro y vetusto amigo, decía a mis amigos: "Hoy lloverá... hasta que descifré el enigma, mis amigos pensaban que era un "brujo"... siempre acertaba...
      Hoy por desgracia, ni el hombre del tiempo atina...

      Besos desde al enigmática y lluviosa, ciudad de Jaén.

      Eliminar