Hay situaciones donde parece detenerse el tiempo, y eres un observador privilegiado desde tu fuerte. Observas el caminar de la gente, abstraída, presurosa, indiferente, anónima... tú desde ese fuerte que te hace invisible, observas igualmente el estático edificio de enfrente, sus paredes y sus invisibles pilastras que lo sostienen. Compruebas igualmente el montículo de piedras que rodea un jardín, e imaginas el desaparecido torrente de agua que deja al descubierto centenares de miles de piedras; de cantos rodados y sus historias casi al descubierto: sólo hay que arrimar el oído y escuchar... ¡Si las piedras hablasen!
¡Quién sabe!; tal vez no sabemos escuchar o estamos faltos de imaginación. Y puestos ya, me imagino aquellos secretos que nos contarían con verdadero entusiasmo: "Mozart caminaba por este sendero, mientras tarareaba una de sus composiciones... le seguía de cerca Karl Thomas con apenas seis años jugueteando y saltando al son de la sinfonía, que se adivinaba ya"... "Vi a Napoleón con sus problemas de insomnio, paseaba todas las noches por el jardín de este palacio e ideaba el plan para llegar a Moscú, y salir airoso"... "Sabemos cómo fue construida la gran pirámide de Keops: ¿podéis imaginarlo?, lo contaremos..."...."El séptimo de caballería y su interminable toque de corneta; desde esta llanura lo vivimos: el interminable extermino de los indios norteamericanos Cheyennes y Sioux... hasta acabar con todos; incluido el propio general Custer: ahora cabalgan por la eternidad infernal, buscando más víctimas"...
Total, si las piedras hablasen, creo igualmente que no prestaríamos más atención que el que solemos prestar al vecino más próximo, al familiar más lejano (o cercano), o al político con su interminable mitin allá donde aparezca: el personaje que es capaz de mentir continuamente, sin sonrojarse por ello... lo lleva en la sangre,y estamos acostumbrados a ello... en el fondo, creo que estamos faltos de imaginación, o no sabemos escuchar.
Si yo pudiese preguntar a las piedras, con la certeza de ser contestado, les preguntaría: ¿existí en algún tiempo remoto...? ¿Es que existo...? Si es así, ¿soy visible, o invisible?
Por suerte, las imágenes sí nos hablan...
Si yo pudiese preguntar a las piedras, con la certeza de ser contestado, les preguntaría: ¿existí en algún tiempo remoto...? ¿Es que existo...? Si es así, ¿soy visible, o invisible?
Por suerte, las imágenes sí nos hablan...
Me ha gustado mucho, para reflexionar. Yo por si las piedras hablan, me paseo mucho por el campo y de vez en cuando, me siento en una de ellas para que sepan que allí he estado, a su lado.
ResponderEliminarUn abrazo,
Muchas gracias Felicitat. Realmente, es mejor salir de vez en cuando por el campo, y abandonar el bucle cotidiano de la ciudad que nos engulle, con sus ruidos, la procesión humana, la monotonía de ese bucle que vamos renovando cada día, para al día siguiente "más de lo mismo"... cierto que es necesaria nuestra presencia en esa ciudad de la que todos somos partícipes y responsables... pero es bueno visitar nuestra cuna, o lo más parecido a lo que queda de ella.
EliminarTambién yo, hablo con las piedras y con todo aquello que me parezca interesante... aunque entre tú yo, nos van a catalogar de "locos"... aunque yo me (nos) incluiría en el apartado de "Locos-cuerdos", y no en el otro, de "Cuerdos-locos".
Un abrazo.
P.D. Habrás observado, que a la entrada que edité ayer noche, le añadí una imagen... poco es el cambio, pero creo que enriquece algo la reflexión.
Sin duda que las piedras hablan, y encima creo que son buena gente, lo que pasa que son un poco calladas, pero tienen recuerdos, aunque también Alzheimer, por lo que no estamos seguros de si recuerdan cosas de tan antiguo.
ResponderEliminarLo malo es que como son tan calladas, sólo hablan con los que de verdad las van a escuchar, y de esos hoy en día quedan muy pocos. Se me ocurre, aunque es cambiar algo de tema, que si Dios fuese a querer decir algo, seguramente sólo se le ocurriría decírselo a muy pocos que le escucharían. La mayoría dirían: "sssh, que no me entero de lo que le ha pasado a la Pippa Middleton, al Cristiano o a la Esteban"... Igual pasa con las piedras.
Respecto a que existiera un Utopazzo en tiempo remoto, sí, rotundamente, lo que pasa que con otro nombre y con los átomos colocados de otra forma, pero todos ellos ya estaban ahí, quizá formando parte incluso de piedras...
Javi, no te quepa duda de lo que dices: creo (con rubor y desconsuelo) que el único ser vivo que habita este planeta y, precisamente por auto-denominarse "racional", es lo bastante consciente que no lo es del todo, que no es ni bueno ni malo, pero que a veces y según el patrón o concepto moral, lo hace rematadamente mal... otras veces por fortuna, lo hace bien. ¿Pero esto no es acaso, lo que lo hace "humano"...? ¿Cuando es consciente de que hace el bien? Pero, ¿y cuando lo hace mal a sabiendas...?
EliminarSeguiremos atentos con el oído presto y afinado, a ver qué nos dice el viento, qué nos dice esa roca que habita el jardín de nuestra calle...
Ya lo creo que Utopazzo existió... no tengo duda, otra cosa bien distinta, es si soy visible...¡Jeje" Tengo mis dudas.
Un abrazo, y gracias por compartir.
Me encanta tu texto, para reflexionar... a veces hablamos con el viento, o con la nada, y creemos que nos escuchan, y nos abandonamos en el regazo de su mirada.
ResponderEliminarUn beso.
Bonito comentario María... leyendo en tu blog, me he percatado que esas palabras, son poesía... gracias por entrar por aquí.
EliminarEs cierto que hablamos con todo lo que nos rodea; tal vez, buscando respuesta, tal vez buscando simplemente ser escuchados por algo, huyendo de aquellos que teniendo oídos, no saben (o no quieren) escucharnos.
Un beso.
Utopazzo, si realmente nos dedicáramos a escuchar comprobaríamos que todo nos habla; nos hablan los silencios, nos hablan las piedras... es más, las piedras incluso, hacen música.
ResponderEliminar"Allí estaba la piedra antes del viento,
antes del hombre y antes de la aurora:
su primer movimiento
fue la primera música del río."
Pablo Neruda
Ana, precioso poema del gran Neruda: lleva absolutamente toda la razón.
EliminarY sí, tenemos que dedicar más tiempo a escuchar a la naturaleza, incluidas las piedras; fíjate si no, que yo no paro de escuchar además de gotas en mi interior, a la gran piedra que llevo sobre los hombros... y no sé si es madera petrificada (por la suerte que me aporta cada vez que la froto), o pura forma pétrea tan antigua como las de Pablo Neruda: la música, la reconozco bastante bien, ahora nos queda que las notas musicales, se conviertan en filosofía...
Besos.
Las piedras y las paredes...
ResponderEliminarAunque como dice Ana, todo habla si sabemos escuchar.
Por cierto, creo que he visto a Mi Chiquitín en tu vídeo, o a un hermano gemelo suyo. Si el parking que sale en el segundo 38 es el del Pryca, es mi Chiqui, si es de la uni, no, pero es igualito :D
Buena semana ;)
¡Jaja! Elena, lo de las paredes, es mas auténtico porque te cuentan secretos inconfesables de nuestros vecinos más próximos...
Eliminar¡Claro que nos queda aprender, si sabemos escuchar... no paro de poner oído a todo cuanto me rodea; y como le he comentado a Ana, me acompaña una "caja" de resonancia día y noche: suelo escuchar música, hasta cuando esta se ha detenido...
Por desgracia, creo que tu Chiquitín, no es el que mencionas, ya que el parking, es de la Universidad... no es el que te refieres; aunque vete a saber. Ya sabes que nos movemos en un mundo cuántico y esa red de cuerdas, puede hacer posible lo imposible...
Besos... y buena semana, buena y saludable vida.
Sí, son parkings muy parecidos, yo primero pensé en la Universidad y luego en el Pryca, y ahora pues ya no sé... ¿Habrá que ponerle un tomate al chiquitín? Jeje.
EliminarUn saludo.
¡...Un lazo violeta, tamaño gigante...! Podría valer, y así era más fácil salir de dudas, jeje... Aunque claro, si todo el mundo aplica el truco, estamos igual.
EliminarVolviendo al tema de teoría de cuerdas, os cuento que me he visto en un vídeo en Santiago de Compostela, bastantes años antes de haber estado allí... y en otras ocasiones, en lo lugares ue creí haber visitado, no dejo rastro alguno...¡Jeje! ¡Como si no hubiese estado nunca...! Aunque vete a saber...
Saludos desde alguna cuerda...
Verás, Utopazzo. Hay piedras tan variopintas como los colores: Las que nunca callan, las que preferimos que nunca hubieran abierto la boca, las insolidarias, las que en su soberbia no son conscientes de su fealdad, las malvadas las mires como las mires .... Pero también están esas piedras que en lugar de hablar cantan, que en vez de hacer metafísica con las palabras, acostumbran a decir versos y nos regalan canciones, nos tocan en lo más profundo. Por eso siempre camino pendiente de su aroma y a su paso mis sentidos se agudizan. Lo que sucede es que hay ruido, mucho ruido para oírlas : ruidos de dinamita que no dejan oír la naturaleza, ruidos de granadas y fusiles que acallan cuerpos y almas, ruidos de monedas y mercancías humanas que arrastran sus cadenas, ruidos que parecen música de los encantadores de serpientes ..... siendo a veces tan ensordecedor ese ruido que rotos los tímpanos, ya ni siquiera lo escuchamos.
ResponderEliminarY ahora, mi interpretación libre del video. Que sí, Utopazzo, irremediablemente todo y todos vamos hacia atrás, como esos personajes del video tan diligentes ellos ¿al trabajo, al cine, al fútbol? que cada cual piense lo que quiera. Esas piedras del principio eché de menos el agua que ls bañe y de frescura, secas como el cerebro de los políticos y duras como su corazón ... bueno , esto es un decir. El carrito de la compra, muy significativo. Ya hasta va solo a la compra ... ¡pero está terriblemente vacío! ¿es un presagio? pero prefiero pensar que ese carrito somos nosotros, solos y desorientados movidos al son de una mano invisible. La de los señores del dinero, puede que sea la mano del egoísmo o de la ignorancia. Con todo lo que se avecina, mustios quedaremos como esa palmera vapuleada por los elementos. Luego aparece ese niño haciendo magia con su skate, como nuestros magos de la economía que nos prometen crecimiento y acabar con el paro .... ¡deprimiendo aún más la economía real con los recortes! ya digo, magos del engaño, paladines de la mentira. Y para quien ose subvertir el orden establecido o intente escapar del pensamiento único, ahí está ese guarda jurado; o sea, la policía antidisturbios para machacar estudiantes ... o ancianos, ya da lo mismo.Pero lo mejor, sin duda, es el final: Así nos quieren, mansos e infantilmente dóciles sentados sobre un columpio que nos arrulle, como a los bebés en su cuna. Felices dentro de esa jaula estultidora (esa diábolica máquina utopazziana) seco el pensamiento y con el alma adormecida. Sí señor, como buen ciudadano respetuoso con dios y con las leyes, que deja hacer a los que saben ¿? temeroso de pensar y hasta de sentir. De sus ansias de rebelión y de libertad .... no sabe no contesta.
Un abrazo
¡Jaja…! Proemteo, has bordado el análisis crítico sobre el vídeo. Con críticos cinematográficos como tú, tendría el éxito asegurado: lo cazas todo; es más, diría yo que añades cosas que a mí se me habrían “colado” sin darle un sentido… magnífica tu particular visión, digna de un buen corto… ¡Jeje! Si alguien leyese esto, sin haber visto el vídeo, querría no perdérselo por nada. Pensaría en algo grande… no es el caso, pero agradezco sobremanera tu aportación, pues dado el análisis sin pasar nada por alto, engrandece un pequeño trabajo sin más pretensión que la de entretener.
EliminarRealmente existen situaciones que las vas colocando con cierto sentido; unas veces de forma consciente, y otras no tanto… al final todo el entramado fotográfico, adquiere cierto significado y, aunque no fuese el mismo para todos, al menos trata de remover conciencias: nada de aquello que se hizo para ser mostrado, carece de sentido.
Sólo se te pasó el tema del sonido, pero ya lo desvelo yo: música convertida en ruido, sonidos que no sabes de dónde vienen, qué pretenden decir, qué misión tienen… Reminiscencias del pasado más lejano, donde todo quedó grabado en esas piedras, y que hoy se funden con la música que amamos, con aquella que odiamos, el ruido almacenado en el viento, de bombas y llantos varios… inclusive un Requiem; un Requiem por la humanidad…
La imagen de la jaula con sus dos humanos en el interior, me pareció el mejor epílogo posible… esta jaula, ya no existe, y no podrá conseguirse similar imagen (al menos de momento), pues pertenecía a una muestra de arte moderno en "Art Jaén " ¡Ya digo yo, que nada sucede por casualidad!
http://utopazzia.blogspot.com/p/enlaces.html
Muchas gracias por tu valiosa aportación, y un abrazo.