jueves, 23 de febrero de 2012

El carnaval de los animales




   El ser humano es un animal, pero puntualizo, eso sí, "animal racional"... hay casos, en que así es. El animal no racional, es aquel que se mueve por su instinto más básico, como es alimentarse (sin ser consciente por qué lo hace), procrear o aparearse, y poco más. Si observamos manadas de estos seres donde la ciencia le elimina el término "racional", poca diferencia existe entre el guepardo que alcanza más de cien kilómetros por hora tras una gacelilla, y la de mi vecino que, sin alcanzar tanta velocidad, consigue alcanzar al autobús antes de que éste arranque con sus homólogos dentro. Poca diferencia entre mi gato relamiéndose tras haber ingerido su pienso favorito, y el parróco del barrio mientras limpia sus inmaculados labios, después del trago de vino en honor a su señor. El león cazando en la sabana a un ñu, o al policía utilizando su porra con más saña si cabe, contra el manifestante: poca diferencia veo, aunque como ya he apuntado, hay casos reales de "racionalidad" en seres que están en nuestro rededor. Como digo en todas las ocasiones, sálvese quien pueda.

   Ahora nos toca el carnaval y éste, quedará instalado por tiempo indefinido mientras los mal llamados racionales, nos racionen los derechos, nos racionen los presupuestos y todo aquello que  está en boca de todos:  procesiones de una lado a otro, inclusive las no religiosas; las que define el diccionario de la RAE, como "Hilera o conjunto de hileras de personas o animales que van de un lugar a otro"... eso en su tercera y coloquial acepción, pues las otras ya las concemos de sobra.



   Desde hace algún tiempo, escucho dentro de mi cavidad craneal un persistente percutir... como si  de una gota de agua tras otra se tratara y buscase algún rincón donde reposar. Aquello parece música, pero no; creo que el interminable goteo, terminará por rebosar no sé que vaso, qué palangana o charco, pantano u océano... yo, me he propuesto el intento de salvación, cual gato por los tejados... si puedo.

   

8 comentarios:

  1. La idea de que un gato cuente el carnaval de la humanidad y sus diferentes colores y disfraces me ha parecido genial. Porque la vida es un carnaval, sí,Utopazzo, nos disfrazamos de lo que sea, y si no tenemos un diisfraz nos lo inventamos para participar y crear diversidad, y si luego no estamos de acuerdo, pues nos inventamos lo que sea para que continúe la fiesta.
    La verdad es que no sólo un gato nos vería raros, hasta un extraterrestre...

    Recuerdo la anécdota de la bandera de España en aquel balcón, y los manifestantes le decian: no nos mires, tiraté, jejeje. No sé lo mismo el día de la pilarica saco yo mi bandera tricolor... (me lo voy a pensar)

    Un abrazo a Pablo, y para Ana, claro y otro para ti.

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    1. Encarni, esa bandera tricolor, debe de ondear... y si miedo te produce, déjamela a mí; que cual gato sigiloso, soy capaz de darle el cambiazo a la Verónica por su pañuelo ensangrentado, para que en la procesión del viernes santo, el respetable caiga ante el milagro del anticristo... ¿que no?

      Por otra parte, si pro los extraterrestres fuésemos observados, deben partirse de la risa: también están los buenos momentos, que causan sensación cómica, y los tristes acontecimientos, pena les hemos de dar.

      Como diría el gran Groucho Marx, "Tengo mis principios. Y si no le gustan, tengo otros"... la idiosincrasia del ser humano; lleno de inteligencia aquel que lo es, y lleno de estulticia aquel se deja engañar; que a poco que se observe, es claro que abunda tanta, como palabras escritas en la Biblia; ese Quijote (que diría el gran Paco Ibáñez), antes del Quijote.

      El carnaval animal, seguirá por muchas generaciones mal que nos pese... yo, intentaré subirme a la primera nave que se acerque por aquí...

      Abrazos para los tres.

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  2. Creo que fue Ovidio el que dijo aquello de "la gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia" (sí, era de Ovidio, lo acabo de comprobar). Si hay algo que caracteriza la conducta de los animales es precisamente la constancia, la paciencia, que deriva de su absoluta indiferencia al paso del tiempo, de eso se libran al no ser "racionales". Nosotros, seres racionales o más o menos, nos movemos entre esa constancia animal y la inmediatez, la persistencia tenaz, casi pétrea y la fugacidaz más deleznable. Todo pasa y todo queda, o no, haciendo caminos o destruyéndolos...lo que sí tengo claro es que cuanto más camino avanzo, menos me gusta ir en procesión.

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    1. Ana, en estos días primeros de marzo, creo que he quemado más neuronas, que ne toda mi vida... ya sabes a qué me refiero, aunque para no crear confusiones, diré que me estoy volviendo borroso (como en aquella peli de Woody Allen...) y terminaré por hacerme invisible, si no lo estoy ya , para algunos casos.
      Ahora, además de la gota, aparece la física cuántica y me dice que lo que veo, no lo veo yo, sino mi cerebro; ¿entonces quién ve? ¿El ojo, o el cerebro? Si ve el ojo, me engaña... si es el cerebro, no; porque es mi realidad. Pero en ese caso, soy yo quien engaña: creo que alguien vierte esa gota, que alguien maneja el tiempo y nos pone a prueba ( y no estoy hablando de dios... que ya sabemos que no existe). ¡Qué suerte la del tonto!

      La procesión humana, la veo, la imagino y la puedo casi tocar; pero no seré yo quien quiera arreglar el mundo. Creo que nadie puede, tal vez, la gota.

      Besos.

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  3. Difícilmente no sumergirse en el desasosiego una vez visto el video. Ir un poquito por libre, me encanta esa expresión. Bien está colaborar, vivir en comunidad, aprender unos de otros, juntarse para sumar .... todo muy distinto a perder la individualidad, abrazar el pensamiento único, acatar reglas sin razón ni corazón, sumirse en la irracionalidad del grupo, aborregarse escondidos en ideas ajenas terrenales .. o divinas. Aborrezco las promesas de Futuro, las gotas de egoísmo que se suman en el engaño, las que distraen de lo importante, las que destruyen y no construyen. Puede que de tantas gotas, acabe formándose un torrente que lo inunde todo .... mientras esto ocurre, ni rastro del Gran Fontanero Celestial.

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    1. Prometeo, verás que en esta ocasión, el prólogo no puede ser más desalentador: un carnaval con un personaje tan grotesco, como ese payaso que parece más dispuesto a copar el circo mundial que le rodea, y que viene a decirnos "Estás condenado a ser engañado, aunque me veas de esta guisa"...

      No esperemos noticias de ese fontanero celestial… si acaso, como epílogo del vídeo, aparecerá en forma de cometa: la única solución para un planeta cada vez más deshumanizado; y no es que lo desee, es que es fácil de prever; si antes de eso, no estamos intercambiando cigarrillos en las trincheras, cual película yankee… ya ves que hoy me coges un poco optimista.

      Un abrazo.

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  4. Bien por lo del canal Mezzo. Una delicia para gourmets. Veo que ya lo disfrutas. Menos mal que entre tanta fealdad, siempre se cuela un rayo de belleza.

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    1. Sí, es un verdadero deleite disfrutar de este canal...
      En una ocasión, escuché por radio una frase que me hizo sonreír, y quise hacerla "mía"; esta frase (que no estaba firmada), estaba escrita en una pared a modo de graffiti, y venía a decir lo siguiente: "Todo es mentira, salvo la música". Huelga decir que no hay que buscarle los pies al gato, y que a buen entendedor, sobran palabras... más en estos tiempos donde parece ser que el mundo cada vez está más lleno, y no habrá espacio para los grandes placeres...

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