martes, 14 de septiembre de 2010

El aroma del pan, el café...y la música

  ¿Qué es el hombre, sino la suma de sus decisiones, sus actos...y sus recuerdos?
   Supongo que cuando a la memoria te llegan imágenes de un pasado reciente, no son tan buenas como las de un pasado más remoto; de décadas o más inclusive...estas están maduradas, más elaborados por esa memoria que a veces también nos engaña, y en la gran mayoría de las veces, "borra" lo más negativo de una vivencia y en cambio, lo "rellena" con añadidos bucólicos o adornos que hasta creemos que sean ciertos...pero esto no importa pues de una u otra manera, te sostienen, te alimentan, te apuntalan y te ayudan a seguir en el camino.      
   Con la música, guardamos recuerdos más elaborados todavía pues es como vivir en una película donde seamos o no los protagonistas, nos gusta añadirla para que esas imágenes de veinticuatro fotogramas por segundo, estén afinadas y sincronizadas, de manera que, podamos soñar despiertos e incluso oler la atmósfera de entonces, donde un horno de pan cercano, de madrugada, trabajaba en la intimidad mientras la gran mayoría duerme...o el olor a tierra mojada, porque en ese instante, estaba lloviendo. ¿Podemos hacerlo, con sólo escuchar un tema musical que guardas en tu memoria infinita...? Creo que sí.



   Oyendo a este grupo, recupero esos momentos de los años ochenta, noventa; cuando trabajando de madrugada, contemplaba un mundo diferente del que la gran mayoría está acostumbrado a ver; por el simple hecho de que la noche cubre al día y lo arropa; diferente a cuando el sol despierta la ciudad y los primeros sonidos que oyes, aunque son de los pájaros, estos, son tapados por el ruido de los coches que ponen en funcionamiento la verdadera ciudad; no hay otro sonido que sobresalga por encima de la procesión de motores rugiendo...pero de madrugada, cuando a penas hay vehículos circulando, también hay ruidos de diferente índole; pero sobre todo, lo que más se aprecia es el silencio a que estamos acostumbrados (que nos es un silencio absoluto; pues sólo en el universo desconocido parece existir...) y desde mi vehículo, adivino al panadero que está sacando el pan del horno, y de paso, empuja a la calle el olor del pan recién hecho, o al camarero del instituto, que preparando la cafetería, me invitaba a un café; el mejor café que haya tomado nunca...y yo, en mi coche, oyendo a Durutti Culumn.

4 comentarios:

  1. Muy bueno el tema musical.
    Aunque yo digo que la memoria suele jugar con nosotros para que creamos que cualquier tiempo pasado fue bueno, pues tiene un as bajo la manga que es el de disponer de todos nuestros sentidos para montarse la mejor pelicula.
    Por eso creo que aunque nos resulte sumamente dificil debemos de quitar protagonismo a nuestra memoria y vivir el instante poniendo en el todos y cada uno de nuestros sentidos.

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  2. Bueno, Utopazzo.Parece que el blog se está animando. Te felicito. Algo de culpa tendrás en ello. Pero me temo que seguirás cobrando .... en endorfinas.
    Muy bonita esa pieza musical que nos has regalado.
    Es cierto que sin memoria no somos casi nada o seríamos algo muy distinto. Pero tampoco olvidemos que esa memoria es fruto de contínuos y pequeños ratos de presente que la constituyen y moldean. El pasado fue, el futuro es vacío. Vivir con intensidad el presente es la única salida que señala esa buena inteligencia de la que habla Jose Antonio Marina.

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  3. Con la memoria olfativa podemos asociar un olor a una imagen emocional.Todos tenemos asociados a la memoria secuencias exactas de nuestra vida que se activan con el hecho fortuito de pasear por una calle y percibir un aroma. Quizá el olfato sea uno de nuestros sentidos menos valorados, cómo compararlo con la vista o el oído, sin embargo utiliza estrategias para darse su importancia y dotarnos de momentos mágicos como el que nos relatas.

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  4. sapradeleite; cierto es que la memoria juega con nosotros y nos muestra su mejor "cara"...pero si somos dueños de nuestra memoria (infinita que la denomino yo) no habría mayor problema en filtrar esos ases que se guarda...y estoy de acuerdo en vivir el instante pues no nos queda otra;es decir, cuando rememoramos algún acontecimiento, lo hacemos en el presente y lo vivimos como tal; es otra forma de volver a vivirlo. Como sabrás, en metafísica, el tiempo no existe...

    gilgamesh, cierto es lo que cuentas, mas añadiría, que (como comento a sparadeleite) si en el campo de la metafísica, se habla de que el tiempo no existe como tal, tal y como lo apreciamos,al rescatar la memoria, estamos viviendo en un continuo "presente"...vemos el tiempo de una forma lineal, horizontal pero puede ser vertical y se diría que todo sucede al instante; no existe pasado, ni futuro...siempre es presente; tal que así cuando recuerdo, huelo o recuerdo esos olores y aromas, estoy en el "presente...es curioso, pero así lo veo yo; de una forma que es difícil de expresar y "representar".

    Ana, tienes toda la razón; el olfato es uno de nuestros sentidos que quizá no le demos la importancia que se merece...aunque tratándose de mi caso, te dirá que tengo mejor memoria olfativa, que el olfato en sí...je,je...es así de cierto; tengo un pésimo olfato! pero en cambio, recuerdo muy bien los olores, fragancias que me evocan un momento, y por lo general siempre agradable...maquillado quizá, como decía sparadelite, por el as en la manga que toda memoria guarda. Gracias a todos.

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