Nos están vendiendo milongas con el tema de la crisis. Creo que el hombre, siempre ha pasado por etapas a cada cual más dura a lo largo de su existencia. Si miramos un poquito atrás, comprobaremos la cantidad de guerras, o dos grandes guerras (que no fueron poco) que ha padecido la humanidad... hambrunas, epidemias, desastres naturales y un largísimo etcétera. Claro está que si miramos sólo en nuestra geografía, no nos quedamos al margen. Una gran guerra civil provocada, ya sabemos casi todos cómo (digo casi, pues algunos aún no se han enterado y tal vez, nunca lo hagan), y las consecuencias de un período de ostracismo que vivieron miles de personas aquí, y sobre todo, fuera de nuestras fronteras. El aislamiento con el resto del mundo y sus gravísimas consecuencias... un largo e interminable peregrinar en busca de una sociedad libre y democrática. Pero no quiero hablar demasiado de ello.
Hoy lo que quiero expresar, es que antes (hace muy poco) tenía trabajo y por nimio que fuese mi salario en metálico, me hacía tener cierta solvencia, que hoy, no tengo. Por suerte, trabaja mi mujer. Antes no era rico, pero ahora lo soy bastante menos; tampoco quiero serlo. A primera vista, lo que deduzco de todo esto de la crisis, es que el pobre es más pobre, y el rico más rico.
Pueden apuntar ustedes algo que es fácil de discernir, y para mí representaría la paradoja más rocambolesca de todas: "la madre de todas las paradojas", que viene a ser algo así: la economía mundial se hunde; la Banca se hunde, y con ella nos hundimos todos (ya sabemos que la Banca y las entidades financieras, son las que dirigen el cotarro por encima de cualquier gobierno) así pues, para que no nos hundamos más todavía, se tiene que salvar a la gran Banca con dinero público... ¿no es esto una paradoja...? A mí me parece que sí; y si no lo fuese, ya la bautizo yo! Este es el gran escándalo de la crisis. Lo más grave de todo, es que no hacemos nada para luchar por lo que nos corresponde... así nos va.
Las crisis (en plural), son otras de índole más personal o de andar por casa. Las que tenemos cada uno de todos nosotros. Las que nos azotan diariamente, y como consecuencia de la primera crisis (en singular) andamos más perdidos, más desconfiados, más despistados (algunos más que otros) y en definitiva más estresados. Yo, tengo una existencial que me hace plantearme muy mucho quedarme pegado a las teclas del ordenador y estrujarme (como decía mi querida cuñada) "las meninges"... así pues, haré un alto en el camino y me retiraré a mi templo particular a meditar. No es un adiós, pues apareceré cuando menos se espere pues tengo una entrada prometida (y casi terminada)... mientras tanto, muy buenas noches y buena suerte.