miércoles, 21 de marzo de 2012

Cómo ahorrar en una eterna Crisis... si es que ésta existe



   Cuando trabajaba, ganaba bastante dinero; no éramos ricos (¿Qué es ser Rico?), pero gozábamos de una ilusoria sensación de eterna bonanza: Ana trabajaba, Yo trabajaba... Pablo me indicó el Sentido de la Vida, y éramos el fiel reflejo de una Sociedad que nadaba y guardaba la ropa.

   No me quejo, pues como se suele oír cada vez más por todos los rincones que frecuentamos, "Teniendo para comer, lo demás me sobra...".

    Ha llegado la hora de la verdad, el comienzo de lo que se barrunta, el comienzo de lo que es fácil prever, con sólo medio dedo de frente... ¡No os digo ya si se tienen dos...! ("Campi qui pugui").

   Comencemos a ahorrar.
   Antes de esto que llaman Crisis (¿Qué otro nombre se le podría dar...?), teníamos el Canal Plus, pero sin rayitas... pagando: ¡Eliminado de un plumazo! Los partidos, en la radio; y el cine, tirando de dvds. que se aprende mucho volviendo a ver películas que ya se olvidaron.
   En cada comida, nuestra latita de Pepsi... ahora agua mineral, y del Mercadona. Si sumas, al final de mes te has ahorrado en gases estomacales, y unos eurillos en latas. ¡Eliminada!
   Cada mes, revistas varias... sobre todo las de misterio que tanto me gustan. Ahora, el misterio lo veo cada día en la calle, en las noticias: un milagro que todo parezca tranquilo aún... ¡Eliminadas!
   Los fines de semana sobre todo, siempre algún períodico: El País, y Público... como ahora Público no llega a mi quiosco, lo leo en Internet. El País lo leo cuando el del bar lo arroja a la papelera: leo las noticias con retraso, y me atormentan menos. ¡Eliminados!
   Antes en cada comida, cinco nueces por barba; que dicen que es bueno para el corazón (¿El físico, o el poético...?); ahora tres nueces, y va que chuta: al final de mes hemos ahorrado más de una bolsa. ¡Eliminadas! 
   Utilización de las servilletas de papel... marca Carreforur (las más baratas), se pliegan y se cortan por la mitad: resultado, de una servilleta, salen dos que hacen el mismo trabajo... al final de mes, casi tienes un paquete extra. ¡Eliminadas! (paquete por mes... ahora, paquete cada dos meses).
   En el papel higiénico no se ahorra, porque es obvio que su uso se hace indispensable; pero teniendo en cuenta que en el ahorro general, incluye comer menos (donde también te aporta un cuerpo más esbelto y delgado), utilizas en menos ocasiones aquello de "¡Voy al servicio...!" .

   
   Pequeños gestos para el ahorro
   
   Libros: Uno o dos por año; generalmente lo que tarde el Sr. Paul Auster en sacar su último trabajo. Con los centenares de libros que tenemos (algunos sin leer aún... muchos diría yo), se leen esos, y el resto se releen: culturizan más.
   Cine en formato dvd: Se revisionan las películas que teníamos ya olvidadas (algunas por novena o décima vez); en el cine de estreno, se alquila del videoclub la que crees que más te gustará (previa lectura de críticas de expertos... -que ayuda bastante-), y las copias o "pirateas" para consumo propio: esto no es delito (¿qué es delito...? ¿Hacer una Urdangariada por ejemplo, lo es...?)... centenares de novedades a precio de escándalo, tengo en mi estantería.
   Compras en El Corte Inglés: Siempre que paseas cerca del mastodóntico centro comercial y te da por entrar, acabas comprando alguna chuche. Evitarlo es bastante fácil:  Utiliza un "Mantra" para difundir que el Corte Inglés, ha cerrado en tu ciudad... esto es muy fácil, pues se ha llegado a demostrar científicamente, que una mentira repetida hasta la saciedad, acaba por convertirse en verdad. Véase el político de turno y su perorata: si éste ha obrado el milagro de convertir algo falso en cierto, no vas a ser tú menos, que además eres honrado... "El Corte Inglés, ha cerrado". Ésto te supondrá un considerable ahorro al final de año.


   P.D. El tema de los Mantras, te puede servir para un amplísimo espectro de posibilidades en ese abanico multicolor, y dar rienda suelta a la imaginación... para esto último, la Crisis no existe.
   
   

jueves, 8 de marzo de 2012

Si las piedras hablasen


    Hay situaciones donde parece detenerse el tiempo, y eres un observador privilegiado desde tu fuerte. Observas el caminar de la gente, abstraída, presurosa, indiferente, anónima... tú desde ese fuerte que te hace invisible, observas igualmente el estático edificio de enfrente, sus paredes y sus invisibles pilastras que lo sostienen. Compruebas igualmente el montículo de piedras que rodea un jardín, e imaginas el desaparecido torrente de agua que deja al descubierto centenares de miles de piedras; de cantos rodados y sus historias casi al descubierto: sólo hay que arrimar el oído y escuchar... ¡Si las piedras hablasen!

  ¡Quién sabe!; tal vez no sabemos escuchar o estamos faltos de imaginación. Y puestos ya, me imagino aquellos secretos que nos contarían con verdadero entusiasmo: "Mozart caminaba por este sendero, mientras tarareaba una de sus composiciones... le seguía de cerca Karl Thomas con apenas seis años jugueteando y saltando al son de la sinfonía, que se adivinaba ya"... "Vi a Napoleón con sus problemas de insomnio, paseaba todas las noches por el jardín de este palacio e ideaba el plan para llegar a Moscú, y salir airoso"... "Sabemos cómo fue construida la gran pirámide de Keops: ¿podéis imaginarlo?, lo contaremos..."...."El séptimo de caballería y su interminable toque de corneta; desde esta llanura lo vivimos: el interminable extermino de los indios norteamericanos Cheyennes y Sioux... hasta acabar con todos; incluido el propio general Custer: ahora cabalgan por la eternidad infernal, buscando más víctimas"... 

  Total, si las piedras hablasen, creo igualmente que no prestaríamos más atención que el que solemos prestar al vecino más próximo, al familiar más lejano (o cercano), o al político con su interminable mitin allá donde aparezca: el personaje que es capaz de mentir continuamente, sin sonrojarse por ello... lo lleva en la sangre,y estamos acostumbrados a ello... en el fondo, creo que estamos faltos de imaginación, o no sabemos escuchar.

   


   Si yo pudiese preguntar a las piedras, con la certeza de ser contestado, les preguntaría: ¿existí en algún tiempo remoto...? ¿Es que existo...? Si es así, ¿soy visible, o invisible?


  Por suerte, las imágenes sí nos hablan...